EL VIEJO Y EL MAR: UNA AVENTURA MAR ADENTRO
Entre 1920 y 1950 Ernest Hemingway fue corresponsal de guerra, durante este periodo consiguió escribir la mayor parte de su producción literaria, destacándose en ella El viejo y el mar, novela con la que ganó el Premio Pulitzer y se sumó al resto de su obra para merecerle el Premio Nobel de Literatura en 1954.
Hemingway fue un escritor arriesgado a la hora de buscar historias y apropiarse de la esencia de cada una, escenarios como la guerra, el proceso de escritura y su intimidad fueron grandes portadores de material de escritura. Fue su particular forma de acercarse a los sentimientos, lo que invita al lector a no ser ajeno a ese personaje agobiado por la guerra, a esa emocionante historia de amor, a esas innumerables angustias y alegrías que desbordan al ser humano.
No muchos escritores saben retratar de manera tan conmovedora, el debate interior que provoca un estado como lo es la soledad. Hemingway lo consiguió, mostró una gran capacidad para que el lector se adentrara al mar únicamente con un viejo y su bote para enfrentarse al tiempo, al pez, a su propia naturaleza, al miedo, al dolor físico… a la soledad que trae el desgaste de los años.
El mar se ha vuelto su hogar, pero también su juez; confronta su fuerza física y el carácter de su espíritu, lo agobia lentamente mientras el viejo intenta conservar, en un pequeño y desgastado bote, a ese gran pez que representaba la lucha ganada a quienes se reían de él y hasta a su propio ego, después de todo es la lucha del pescador con el viejo.
¿Cómo no sentir angustia y tristeza frente a un viejo pescador que se resiste a perderse en la verdadera edad de la cosas? Su humildad y decisión nos convence de que logrará imponerse ante el mar y el tiempo, no importan todos los inconvenientes que lo abrumen, creemos y queremos que consiga llevar al pez a la costa, porque lo merece, ha entregado lo poco que tiene y seguramente daría también lo que no tiene.
Es más que un viejo y el mar; es la angustia, el esfuerzo y ante todo el arduo viaje que debe experimentar el pescador para comprender que el hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido pero no derrotado, y a pesar de todo no está solo, el mar y su joven amigo Manolín siempre lo acompañarán.
Quien quiera una experiencia de lectura conmovedora y emocionante, entonces que se aventure mar adentro y transite con el viejo pescador por los rincones de su espíritu y por la novela El viejo y el mar.
Visita: Libro El viejo y el mar
-
«El hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido, pero no derrotado».
-
«Nadie debiera estar solo en su vejez. Pero es inevitable que así sea».
-
«De una manera u otra todos matan a todos. Pescar me mata en la medida en que me mantiene vivo».
-
«Ahora no es el momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con eso».
-
«Puede que no esté tan fuerte como pienso. Pero me sé muchos trucos y tengo determinación».
-
«…y se dio cuenta de que nadie jamás está solo en el mar».
¡Si te gustó este artículo, compártelo!
Etiqueta:El viejo y el mar, Ernest Hemingway, Escritores, Literatura, Reseña